Es importante conocer de antemano para qué sirven las boquillas, ya que así podrás elegir la correcta e ideal para tu equipo.
En el mercado actual, se puede conseguir una gran variedad de piezas y herramientas para mejorar la efectividad del mantenimiento en el jardín. Un ejemplo son las boquillas plásticas. Sin embargo, ¿para qué sirven las boquillas?
Las boquillas sirven para aplicaciones de alta energía o temperatura. Por lo general, la mayoría de las boquillas permiten sacar un líquido o fluido a alta presión.
¿Qué es una boquilla?
Una boquilla es una pieza pequeña y hueca, usualmente es cónica y de metal. Esta pieza se adapta a la mayoría de los tubos, permitiendo que el fluido salga de este.
Existen muchos tipos de boquillas en el mercado, además, estas están diseñadas con distintos materiales. Por ejemplo, aluminio, bronce, metal, plástico, etc.
Además, algunas boquillas se utilizan para reducir el consumo de algún tipo de combustible. Alternativamente, mejora la eficacia de la producción, también ayuda a proteger el material contra el incendio y la explosión.
Uso de la boquilla en las fumigadoras
Las boquillas son esenciales para fumigar, ya que se acoplan en el nebulizador para permitir que salga el químico por esta pieza. Por lo general, la boquilla forma un patrón circular en forma de anillo diseñado especialmente para pulverizar.
Algunas pulverizadoras requieren este tipo de elementos para realizar correctamente su trabajo. Por lo tanto, la boquilla se usa principalmente para ser aplicada en insecticidas y fungicidas.
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¿Qué tener en cuenta para elegir una buena boquilla?
Antes de elegir una buena boquilla, se debe tener en cuenta:
- Los factores climáticos y ambientales.
- La proximidad del sitio a personas y cultivos sensibles al químico de la fumigadora.
- El impacto ambiental del producto a las mascotas y las personas.
- El potencial de daño que tendría tocar la boquilla después de su uso.
En caso de que ya se conozca los posibles riesgos del químico utilizado para fumigar, se debe continuar al siguiente paso: Elegir correctamente la boquilla.
Por lo general, se debe seleccionar una que produzca gotas más grandes para mitigar la posibilidad de que se esparza sin control.
Otro punto a tener en cuenta es el precio. El precio de la boquilla normalmente refleja la sustancia de la boquilla. Aunque las boquillas de mayor duración cuestan más que las de menor duración, estas ahorran dinero a largo plazo.
Duración de las boquillas según su material
Algunos materiales suelen tener una mayor vida útil que otros. Entre los más comunes se encuentran:
- Cerámica: Según el diseño, las boquillas de cerámica pueden durar entre 20 y 50 veces más que el latón.
- Acero inoxidable: Las boquillas de acero inoxidable pueden durar entre 4 y 6 veces más que las de cerámica.
- Plástico: Las boquillas de plástico pueden durar entre 2 y 3 veces más que el latón.
- Latón: Después de 50 horas de funcionamiento, el caudal de una boquilla de latón aumenta entre un 10 y un 15 por ciento, por lo que es necesario sustituirla.
Se debe tener en cuenta que las boquillas tienen una vida finita que se puede acortar usándolas con productos corrosivos. Usualmente, los químicos utilizados para fumigar, pueden llegar a corroer el material usado para fabricar la boquilla.
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¿Qué tamaño es ideal a la hora de elegir una boquilla?
Con habitualidad, las boquillas emiten gotas de diferentes tamaños, pero el análisis estadístico puede establecer un tamaño medio para facilitar la comparación.
- Los tamaños de las gotas se miden en micrones, y es probable que cualquier gota con un diámetro inferior a 150 micrones sean propensas a que goteen y esparzan el químico sin control.
- La selección de la boquilla depende en gran medida del tamaño de gota deseado. Además, estas pueden elevar o reducir el precio del producto.
- Para una cobertura óptima en ciertas aplicaciones, se deben utilizar boquillas productoras de gotas finas.
- Los herbicidas, insecticidas y fungicidas, generalmente se aplican con boquillas que crean gotas de tamaño mediano a pequeño.
- Sin embargo, los herbicidas se aplican con boquillas que producen gotas más finas, lo que también ayuda a minimizar la pérdida de control del equipo.
Dado que el tamaño de las gotas varía en función de la presión, se puede usar la misma boquilla para generar una amplia gama de tamaños de gotas.
Recomendamos que antes de comprar este tipo de productos, lo consultes previamente con un especialista en fumigación o que conozca los nebulizadores.
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¿Qué tipo de boquillas existen?
Las boquillas vienen en una amplia variedad de estilos, cada uno de los cuales tiene un propósito específico. Seleccionar la boquilla adecuada es crucial para un rendimiento óptimo.
El volumen, el tamaño y la distribución del área tratada son modificados por las boquillas utilizadas para un tipo de tarea en específico. A continuación, mostraremos algunas de las boquillas utilizadas en el mercado:
Boquillas de cono
Las boquillas de cono usualmente ofrecen una mayor potencia a presión que otras boquillas. Estas suelen producir gotas finas, pero su patrón de tratamiento las hace más ideales para cuando se fumiga verticalmente.
Boquillas de gran angular o de chorro plano
Para lograr un patrón de tratamiento elíptico a baja presión de tratamiento, a menudo se utilizan boquillas de chorro plano de gran angular.
Para la aplicación de grandes volúmenes de tratamiento, tales herbicidas, su amplio ángulo de tratamiento (hasta 160 grados) es ideal. Las puntas de las boquillas producen una niebla que incluye gotas grandes y pequeñas.
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Boquillas de chorro plano
Las boquillas con chorros planos proporcionan un patrón de tratamiento de elipse a una presión de tratamiento más baja.
Estas boquillas se pueden utilizar en casi cualquier situación. Existen muchas variaciones en el diseño de la boquilla de chorro plano.
Este es el tipo de boquilla más común y produce un chorro plano de agua. La boquilla de pulverización plana típica produce gotas relativamente pequeñas, lo que garantiza una pulverización uniforme del insecticida.
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